Gobernando a media de lo posible

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Blog Académico

Que duda cabe que el nuevo presidente de Chile tendrá meses y años  complejos que afrontar. Chile, al igual que el resto del mundo está saliendo, en forma zigzagueante de una recesión producto de la peor pandemia del último siglo. Aun no tenemos certezas de cuando la economía mundial se recuperará en forma sostenida. Pero en el caso de Chile, debemos agregarle el incierto clima interno y, además, un nuevo gobierno de ideas muy diferentes a los gobiernos anteriores. Todo esto genera un coctel que puede ser estimulante pero muy tóxico sino sabemos administrarlo adecuadamente.

Nunca Chile había tenido un presidente tan joven, pero tampoco, desde el presidente  Aylwin, que a mi juicio lo hizo en forma brillante, uno que tuviese tamaña responsabilidad en sus manos. El nuevo presidente Boric debería estar estudiando con mucha profundidad el legado del presidente Aylwin y los sabios consejos de su Ministro Edgardo Boeninger. Desde la economía, deberá contener las expectativas, moderar los cambios propuestos y buscar reactivar la alicaída actividad productiva nacional. Esto, además de revertir dos indicadores que se han disparado y que amenazan en convertirse en el talón de Aquiles del nuevo gobierno, el valor de la divisa y la inflación.

La ex concertación lo hizo buscando acuerdos amplios que den gobernabilidad y confianza y a su vez generando señales e incentivos al sector privado para incrementar la inversión y el ahorro, dos variables que en los últimos años han caído con mucha fuerza. Esto parte por detener la continua salida de capitales y  permitir que estos sean invertidos en el mercado local. La receta es muy simple y conocida, se ha hecho antes por todos los gobiernos anteriores que enfrentaron problemas similares, al menos desde el retorno a la democracia. Esto implica reducir algunos impuestos, permitir depreciación acelerada, incentivar   el ahorro, incentivos para el retorno de capitales, plan de inversión pública, fomento al empleo, capacitación, entre otros, todas políticas que requieren   mucho financiamiento. Hay que recordar que por motivo de la crisis financiera del 2008, el Ministro Velasco en su oportunidad anunció un paquete de 4 mil millones de dólares financiado con el Fondo de Estabilización Económica y Social.

Claramente no se reactivará la economía si sobre esta pesan medidas como reducir la jornada laboral, aumentar las cotizaciones previsionales o subir los impuestos. Primero hay que reactivar y crecer y después se debe conversar sobre estos temas del programa y  esto no se hace de la noche a la mañana, tomara muchos años volver a tener un crecimiento sostenido. No hacerlo así, hacerlo al revés o en simultaneo, simplemente ahondará la crisis de confianza, seguirán saliendo capitales, seguirá la escalada del dólar y la inflación. Como nadie está llamado a hacer lo imposible, el presidente Boric, al igual como lo hizo  Aylwin, deberá gobernar en la medida de lo posible.