La tasa de desocupación del Biobío, trimestre móvil julio-septiembre 2020, fue de 10,2%, registrando un aumento de 2,7 pp. En 12 meses, hay 10.307 más desocupados. Este incremento está claramente influenciado por el efecto pandemia, contrayendo, tanto la demanda como la fuerza de trabajo (13,3%). Según datos publicados por el INE, la baja interanual de los ocupados (-15,8%) fue incidida, principalmente, por los sectores económicos de comercio (-20,0%), hogares como empleadores (-53,1%) y enseñanza (-16,1%).
En el trimestre Mayo-Julio 2020, esta tasa alcanzó un pico de alrededor del 11%. A pesar de ser una cifra alta, con respecto a años anteriores, es de esperar una evolución favorable en los próximos meses debido a la variabilidad estacional. La evolución de esta tasa suele alcanzar un máximo anual en el invierno, entre los meses de mayo y agosto, y un mínimo anual entre Octubre y Febrero.
Los datos del INE muestran también que, el efecto global de la pandemia, que ha sido significativo, se ha visto reforzado por el efecto de la estacionalidad de los meses de invierno. A pesar de que la cuarentena local de agosto y alguna futura, tenga un efecto significativo en la tasa, dicho efecto se verá atenuado por la estacionalidad asociada a los meses de primavera-verano, con lo que es de esperar que el impacto no sea tan significativo. Por lo tanto, mientras dure la pandemia, es de esperar que la tasa de desocupación local exceda las cifras experimentadas en años anteriores, pero su comportamiento siga sujeto a cierta variabilidad estacional y, en consecuencia, experimente un descenso en los próximos meses.
Resulta particularmente interesante la evolución de la tasa de desocupación por sexo. Tradicionalmente, las cifras de desocupación trimestral muestran que la diferencia en la tasa de desocupación por sexo suele alcanzar un pico en el verano mientras que la diferencia es no significativa en durante el invierno. A priori, las cifras actuales indican que la pandemia ha podido revertir la evolución de la tasa experimentada por ambos sexos: los hombres se han visto más desfavorecidos por la pandemia que las mujeres, siendo sus tasas de desocupación actuales del 11.6% y 8.2% respectivamente. Y es muy posible que dicha tendencia continúe en los próximos meses, revirtiendo el rol tradicional que ambos géneros han tenido en la evolución de la tasa de desocupación. En definitiva, es posible que la tasa de desocupación de las mujeres alcance un mínimo (y no el tradicional máximo local) en el verano, mientras que, la tasa de desocupación de los hombres experimente un máximo (y no un mínimo local) durante este período.