
Dado los hechos acaecidos el 2010, era esperable que la economía chilena experimentara un importante crecimiento post-terremoto, lo cual se está materializando en las principales variables macroeconómicas. La última cifra de IMACEC entregada por el Gobierno junto con la proyección del presidente del Banco Central sobre la actividad del primer trimestre que puede estar en torno al 9% y 10%, auguran un positivo panorama para el crecimiento económico de Chile en el año 2011. Sin lugar a dudas estos resultados son positivos, sin embargo, y tal como mencionó el Ministro Kast, en su clase magistral el pasado 07 de Abril, el crecimiento económico de una nación no debe ser un fin sino un medio. Esto porque lo que persigue todo gobierno es el bienestar de su población, por lo que el crecimiento de nuestro país debe ser un medio para aumentar dicho bienestar en el largo plazo.
El problema que se ha observado históricamente en Chile es que las tasas de crecimiento van acompañadas de altos niveles de desigualdad, ya que no toda la población se ha beneficiado de este crecimiento. Es por ello que el anuncio de una serie de reformas sociales por parte de la Autoridad Central, a través del llamado “2011, el año de las Reformas Sociales” es bienvenido y a la vez necesario para crecer en una sociedad más justa y plena.
La reducción gradual del 7%, el aumento del período de post-natal, el ingreso ético familiar y la reforma educacional, son algunos de los ejemplos que buscan mejorar la calidad de vida de cada chileno, en donde el rol subsidiario del Estado, que es distinto al asistencialismo, es clave. Por ejemplo, realizar transferencias condicionadas en la primera etapa del Ingreso Ético Familiar busca introducir un nivel de co-responsabilidad entre el Estado y las familias para la superación de la pobreza extrema, dando dignidad a éstas y apuntando a mejorar la escolaridad en los estratos más pobres de nuestra sociedad, ya que la educación es sin lugar a dudas la clave para convertir a Chile en un país desarrollado.
En el debate respecto a estas reformas algunos van a ver los pro y otros los contra, pero lo que no debemos perder como centro de la discusión es que todos buscamos soluciones que nos acerquen día a día al Chile que queremos.